Durante décadas, ha circulado una idea muy extendida: “Coca-Cola inventó a Papá Noel tal y como lo conocemos hoy”. La imagen del hombre de barba blanca, traje rojo y sonrisa amable parece encajar tan bien con la estética de la marca, que muchos dan por hecho que fue una creación publicitaria. Sin embargo, la realidad es más compleja, más interesante y, sobre todo, más rica culturalmente.
Para entender cómo surgió esta asociación tan poderosa, y por qué todavía hoy es inseparable de la Navidad moderna, conviene rastrear la figura de Santa Claus desde sus orígenes.
Antes de Coca-Cola, ¿Quién era realmente Santa Claus?
La figura de Papá Noel tiene raíces mucho más antiguas que cualquier campaña de marketing. Sus orígenes se remontan a San Nicolás de Mira, un obispo del siglo IV conocido por su generosidad. Con el paso de los siglos, esta figura religiosa fue mezclándose con tradiciones nórdicas, como la del dios Odin, hasta derivar en el personaje que los inmigrantes neerlandeses llevaron a Estados Unidos como Sinterklaas.
En el siglo XIX, escritores como Washington Irving y el poema “A Visit from St. Nicholas” (1823) contribuyeron a popularizar la imagen de un hombre alegre que visitaba hogares en Nochebuena. En esta época, Papá Noel ya aparecía en ilustraciones con diferentes colores como el rojo, verde, marrón o azul, dependiendo del artista.
Coca-Cola, por tanto, no creó a Papá Noel, pero sí ayudó decisivamente a definir la versión que hoy domina el imaginario colectivo.
El punto de inflexión; Coca-Cola y la construcción del icono moderno
A principios del siglo XX, Coca-Cola buscaba desestacionalizar su consumo. La bebida se asociaba sobre todo a los meses cálidos, así que la marca necesitaba una campaña navideña que funcionara también en invierno.
En 1931, la compañía encargó al ilustrador Haddon Sundblom una serie de anuncios que retrataran a Santa Claus de forma cercana, humana y entrañable. La inspiración fueron las descripciones del poema de 1823 y el propio tono cálido de la Navidad.
Esos anuncios, publicados en revistas como The Saturday Evening Post, mostraron a un Santa Claus robusto, simpático, vestido de rojo y con mejillas sonrosadas… y fueron un éxito absoluto.
Desde entonces, la estética de Sundblom se convirtió en la referencia universal. Coca-Cola no inventó el personaje, pero sí lo estandarizó y lo hizo internacional.
La historia demuestra cómo la tradición y la publicidad pueden coexistir, influirse mutuamente y crear un imaginario compartido que atraviesa generaciones. Y, de paso, es un excelente ejemplo para estudiantes de inglés que quieran aprender vocabulario real aplicado a la cultura popular
Vocabulario útil sobre la historia de Santa Claus
Cuando hablamos de la figura moderna de Santa Claus, es habitual usar términos como “iconic portrayal” (representación icónica), “advertising campaign” (campaña publicitaria), o “to standardize the image” (estandarizar la imagen).
La colaboración de Coca-Cola y Sundblom es considerada “a turning point” (un punto de inflexión) en la cultura visual del personaje.
Otros conceptos clave son “cultural legacy” (legado cultural), “brand association” (asociación de marca), y “myth debunking” (desmontar un mito), muy útiles para comprender cómo la tradición, el marketing y el lenguaje se mezclan en la historia de Papá Noel.
Aquí os dejamos un video muy interesante sobre la relación entre Coca-Cola y Papá Noel
Fuentes oficiales sobre esta historia:
https://www.coca-cola.com/xf/en/about-us/faq/did-coca-cola-create-santa-claus
https://www.coca-colacompany.com/about-us/history/haddon-sundblom-and-the-coca-cola-santas
https://americanhistory.si.edu/explore/stories/how-santa-brought-coca-cola-cold
https://www.snopes.com/fact-check/the-claus-that-refreshes/
Alba Domínguez Bravo


